El manejo del riego es un factor importante si queremos ser eficientes en el uso del agua en nuestros cultivos, reducir la contaminación, la incidencia de plagas y enfermedades en las plantas y por supuesto reducir los costes del cultivo.
Algunas de las recomendaciones para aumentar la eficiencia de riego son: conocer la fenología del cultivo, sus necesidades hídricas en cada una de ellas, el movimiento del agua en el suelo y por último la uniformidad de nuestro sistema de riego.
En las últimas décadas, los avances tecnológicos en el sector agrícola han abierto nuevas puertas a una agricultura más eficiente con una monitorización constante de los diferentes parámetros que permiten manejar nuestro riego de una manera más eficiente, donde la automatización juega un rol muy importante.
Uno de los factores importantes a la hora de monitorizar los diferentes parámetros es la medida del contenido de agua en el suelo. El suelo se comporta como un almacén de agua que debe ser utilizado por la planta para su desarrollo. El tamaño de este almacén va a depender de parámetros como la textura del suelo (% de arena, limo y arcilla), materia orgánica, compactación, capacidad de exploración de las raíces entre otras cosas.
El contenido de agua en el suelo puede variar en profundidad, hacia los lados de los goteros (si es riego localizado) y a lo largo del tiempo, lo cual hace que las mediciones de humedad del suelo sean a menudo costosas y problemáticas, debido en parte a la variabilidad espacial existente y la necesidad de realizar esta medida de una manera continua, que permita determinar su contenido a lo largo de todo el ciclo del cultivo. Esta caracterización, será primordial a la hora de establecer el consumo de agua del cultivo en función de su desarrollo, estado fenológico y condiciones ambientales. Diversas técnicas están disponibles para el productor que permiten determinar el contenido de agua en el suelo de una manera continua. Una de ella se basa en el uso de sensores de medida del contenido de agua en el suelo.
La gran variedad de sensores y marcas hace que a menudo, los agricultores deban tener un conocimiento técnico a la hora de elegir un sensor adecuado para cada tipo de suelo, uso del mismo y sistema de riego utilizado. Esto unido a la localización, instalación y ajuste de dicho sensor a una zona determinada garantiza el éxito de una adecuada toma de decisiones basada en los mismos.
Estos sensores necesitan un nivel de precisión que se ajuste al sistema de riego utilizado, al terreno en el cuál son instalados y por supuesto proporcionar una información suficientemente útil y fácilmente utilizable para que el agricultor pueda realizar los ajustes necesarios a la programación de riego en cortos periodos de tiempo.
De este modo para el desarrollo de un sistema de riego a la demanda la selección de parámetros como tipo de sensores, sensibilidad del sensor a los cambios de humedad, zona de instalación respecto al bulbo húmedo y profundidad de instalación, deben tenerse muy en cuenta. En el proyecto `LIFE 4Doñana’ se están realizando ensayos para el ajustes y calibración de una serie de sensores de medida de la humedad del suelo disponibles actualmente en el mercado. El objetivo de este trabajo es evaluar dichos sensores con la finalidad de establecer cuales pueden adaptarse mejor a un sistema de automatización de riego a la demanda en las condiciones de suelo y necesidades del cultivo en el entorno de Doñana con el fin de obtener mayores beneficios económicos, productivos y medioambientales.